Puedo decirles que pertenezco a la categoría de lectoras asiduas de literatura : o sea de narraciones largas o cortas, pasando por la poesía, el ensayo y la historia (que se enseñe o que se aprenda), o sea que de una u otra manera, hallándome metida hasta el cuello en la « cosa escrita », he recorrido desde la edad en la que aprendí a leer y a escribir, cientos, miles, millones de páginas escritas de todos los colores y de todo tamaño ; de contenido vacío, bueno y mediocre. De interés que cautiva, que cansa ( y no se prosigue) o que vuelves a leer de manera a poder
« impregnarte » de tal o tal palabra o frase etc.
Como tengo la suerte de vivir en un país en donde el libro es rey, pese a que si me pongo a creer en las últimas noticias de los últimos « instigadores » de la cultura que nos gobiernan, esto sea nada más que una fábula, puesto que una buena parte de los escolares en Francia, salta de curso en curso sin aprender a descifrar bien y por supuesto, sin lograr entender lo que lee, yo sigo metida en mi idea de que el libro es y seguirá siendo el mejor amigo del hombre. Claro que también se dice lo mismo del perro, ¡pero es una lástima que este último no sepa leer ! Bueno, para no hacer gran disgregación en lo que quiero meterme, les hablo de aquel libro rey, en el país galo en donde vivo y en donde brotaron grandes autores, clásicos, y todo, universalmente conocidos, mundialmente halagados, extraordinariamente imitados (porque, siendo los maestros, ¡claro!) y termino por caer en la cuenta de que todos, digo bien todos, aunque los halle buenísimos, interesantísimos, y otros tantos ísimos, nunca los habrá que hayan podido llevar a cabo el trabajo que nosotros, como buenos « hispanistas » o « hispanohablantes », hemos obtenido ; es decir clásicos que puedan sentarse à « la diestra del Dios narración ». Digo, de « nuestra narración », por la cual se nos envidia, a veces, y otras tantas se nos lee como si se tratase de pájaros raros; lo vuelvo a decir y reitero, « nuestra narración », « la corta », « la cortísima », « la culta », aquella que nos hace ser únicos en el mundo occidental. Si alguien conoce autores de algún país de este continente que nos llegue al tobillo con cuentos de un máximo de 1000 palabras o de un mínimo de 2 líneas (incluyendo el título) que levante el dedo.
En Francia, puesto que estoy hablando desde aquí y « con conocimiento propio », como diría Condorito, cuando les presentas un escrito que abarca sólo dos páginas, te miran como si hubieras puesto un huevo tricolor y las remueven con tanto cuidado, de miedo a que de repente del famoso huevo fuera a salir el inigualable gallo galo cacareando « quiquiriquí !!
Cuando se tragan las dos páginas en dos minutos con cinco segundos, contados con el reloj de mi difunto abuelo, al que doy cuerda todas las mañanas y que nunca me ha decepcionado, salvo cuando lo mojé por descuido, pero ya logré recuperarlo (pobrecito), te vuelven a mirar, para ver si se percataron bien de que aparentemente pareces normal, y aclarándose la garganta, porque son muy bien educados, aunque a algunos todavía les queden huellas de los años 68, y te preguntan :
El, ellos, etc - ¿Es toda la historia ?
Yo – Sí
El, ellos, etc – Es un poco euh,…corta
Yo – ES una historia corta
El,ellos, etc – Euh ! ahum ! ¿No se podría alargar un poco ?
Yo – No, porque como se lo dije ya, ES una historia corta.
El, ellos, etc – Pero aquí, en esta revista, nadie se la va a leer…
Yo – Y ¿ Por qué ?
El, ellos, etc – Porque aquí sólo saben leer largo…y…tendido.
Yo - ¡Qué aburrido debe de ser esa lectura interminable !
El, ellos, etc – Sí, pero es que nuestra civilización , o nuestros escritores, nos han acostumbrado a leer sólo novelas.
Yo - ¿Y nunca se leen cuentos aquí ?
El, ellos, etc – Si, pero sólo cuentos de hadas… me comprende Usted ?
Yo - ¿De cuántas cuartillas las necesita ?
El, ellos, etc – Quoi donc ? (Qué cosa ?)
Yo – Las novelas largas y tendidas
El, ellos, etc – Euh, Ahum ! Digamos que lo mínimo deberían ser unas doscientas cuartillas, a doble espacio y de 22 líneas máximo cada una.
Yo - ¿Después es seguro de que me la va a aceptar y no la leerá en dos minutos y cinco segundos ?
El, ellos, etc – ¡Claro que no ! Puesto que ya tiene el principio, el medio y el final de la historia en dos cuartillas !
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