PROHIBIDO JUGAR

Eso reza un cartel que han colocado en la entrada de mi comunidad. Con grandes letras negras, perfectamente estampadas en un papel tamaño A3 por alguna impresora anónima.

Sería normal si el cartel prohibiera jugar a la pelota por ejemplo...pero prohíbe jugar en general; sin distinción de edad, sexo, condición o raza... y sin dar mas explicaciones. Al menos podían haber aclarado que se prohíbe jugar en el portal; que hay niños muy obedientes y vete a saber hasta donde creen que llega o dura la prohibición....-¡!mamá mamá; que le pasa a Pepito que no quiere jugar?, déjalo, es que ha leido un cartel esta mañana...

Es que la gente, con tal de prohibir, vetar y proscribir no las piensa; la de traumas infantiles que puede acarrear un letrerito aparentemente inofensivo como este...

Ya me imagino a tres o cuatro niños, sentados debajo del edicto, esperando a que baje el Paquito o el Andrés que han subido a por la merienda...todos circunspectos. Porque ahí pone prohibido jugar, o sea, que ni al veo-veo, nada de nada...y reirse menos, todos serios y además no vale pensar cosas de risa; solo vale pensar en el colegio, el ordenador que no trajeron los reyes o en la abuela, que se fué al cielo el verano pasado. O claro, en el cabrito del jefe, las letras del coche o lo calvo que te estas quedando si ya se es mayor...hay que pensar en algo jodido, que las prohibiciones están para cumplirlas.

Me figuro que el veto se hará extensivo a contar chistes verdes, que al fin y al cabo es como un juego de mayores, tampoco se podrá meter mano a la novia, que es otro juego agradable...El que ha ideado el cartel debe ser descendiente de los Borgia, que cinismo...porque bien mirado, prohibiendo jugar lo prohíbe casi todo; no se trata ya de que no puedas bajarte el parchís o el trivial al portal; la ilusión de mi vida es jugar al trivial en el portal...y ya no podré cumplirla, vaya por Dios. Que gentuza, no pueden prohibir armar jaleo, no; tienen que prohibir jugar, hala, a lo bestia. Se habrán estrujado el cerebro para parir semejante engendro.

Aunque tampoco es para tanto, total, se puede jugar hasta la puerta, una vez que se entra...se pasa lo mas serio y rápido que se pueda, pero sin correr; las manos donde se vean, nada de jugar con lo que lleves en los bolsillos y mirando al suelo, a ver si vas mirando al techo, tropiezas, los demás se ríen y la liamos...y ya está, porque en el ascensor se puede jugar otra vez, no hay ningún cartel que prohíba nada, bueno si, que lo usen los niños solos, pero esa es otra cuestión.

Yo, cuando vuelva a casa de madrugada, si nadie me ve...pienso marcarme unos pasos de claqué delante del cartel y echarme unas risas allí, descaradamente, por aquello de fastidiar mas que nada..., acabarán encerrándome, pero al menos en el manicomio no prohibirán jugar...tu, con tu camisa de fuerza eso si, pero puedes jugar a lo que te salga de los cojones.

Antes de que me encierren, pondré otro cartel al lado de este que dirá:

PROHIBIDO SER GILIPOLLAS

A ver si alguien me hace caso.