Es fácil

Dolor en el pecho y sentí que me moría
apenas podía hablar
la secretaria no entendía
-Sofía no se caracteriza por su sabiduría-
perdía el conocimiento
entre brumas recuerdo;
electrocardiografía
vectocardiografía
y hasta ecocardiografía,
infusiones en los brazos
oxígeno en el rostro
y una sombra tenebrosa a mi lado:
“¿estás listo?”
muy bajo oí que decía
y otra voz diferente interrumpía:
¡desfibrilando!
¡choque de 200!
¡a un lado todos!
dijo el médico que atendía
y un relámpago de electrones
-ciencia bendita-
la amenaza desaparecía.
Hoy nadie creería
lo fácil
que es dejar de fumar
de la vida renegar
empezar por la tardes a caminar
admirar los atardeceres,
solamente necesitas
-está bien visto-
que alguien te diga muy quedo al oído
“¿estás listo?”.