Busco un nuevo corazón, que restaure esta vida mia perdida entre las calles cerradas del desamor. Y tu clavado ahí frente a mi ojos en el hueco más cruel de la indiferencia. Yo aquí sola sin valor para olvidar. Luchando con el hastío que mata mis sueños. La esperanza muere frente al silencio de tus labios, que indiferentes se niegan a rescatarme. ¿De dónde saco fuerzas para mirar el cielo nuevamente sin buscarte entre mil lágrimas? La noche llega y cubre mi manos, Frías e inertes sin tocarte. Tu boca negó el perdón Y mi corazón no se resigna. Hay perdones que curan Y hay otros que simplemente No llegan nunca.
Texto agregado el 30-11-2004, y leído por 140 visitantes. (1 voto)