Caminando por estos largos caminos
repletos de hojas y legados quebrados
se me hace imposible no pensarte
porque tus ojos no se han ido de mi cama
se quedan quietos dibujando mil caricias
que una estrella traza en nuestro firmamento...
Te acercas y me pides que te ame
con ternura creemos en las palabras
que quedan grabadas en el cielo de rosas
en ese mar que nos cobija
como tristes guerreros solitarios
que se besan endulzando las aguas
que inmensamente nos cubren de migajas
de la soledad que nos producen las carencias...
Mis besos nacen y vuelan reales
cruzando fronteras
nadando debajo de las palabras
entre unos brazos que necesitan de ti
de la fuerza de tu amor que descarrila
al más severo sentimiento de mi alma
y de la soledad que la acecha
cuando te me vuelves lejano
e inalcanzable...
Si la noche por momentos te contara
que mi corazón se deshace pensando en tus manos
y ese tacto majestuoso que me produces
cuando te transformas en ese mar inmenso
lleno de bellos azules matizados
que nos enamora de la noche
de esa estrella que nos vigila
como amantes encarcelados
en la rosa más purificada y hermosa
que nos mantiene...
Mi corazón te habla en la nostalgia de la noche
se acerca y te susurra
plegarias de amor que son escuchadas
por los silencios que ocupan las estrellas
cuando la calma y la quietud
se apoderan de tus más profundos sueños
y te traen hasta el mar
que de mis sueños y de mi amor te quieren
cuando las sombras se vuelven insuficientes
y se convierten en el más perfecto universo
que siempre juntos nos mantiene
cuando la soledad delicadamente
extrañándonos nos contiene...

Nathalia Rojas Acacio