Noche perfecta te espere demasiado
Velada de sorpresas variadas y
Momentos que nunca olvidare
Mientras todavía respire.
Fue una noche memorable de aquellas
Que guardas gratamente en el rincón
Mas privilegiado de tu memoria
Donde echará raíces hasta el corazón.

Llegamos hasta al lugar que seria
Mudo testigo de aquel dulce encuentro,
Tú estabas tan hermosa que podría
Mirarte por millones de años luz
Sin dejar que el cansancio me devore,
Mi cuerpo derramaba nervios
Pues te ocultaba un obsequio inesperado,
Te pedí cerrar los ojos unos segundos
Para preparar todo lo planeado y
Al abrirlos poco falto para una lagrima.

La mesa estaba servida tal cual soñé
Unas velas alumbraban la ocasión y
Un vino calentaba nuestros deseos
Que se delataban por nuestras miradas,
El licor dulce hervía nuestros sentidos
Nuestros labios embriagaron nuestras almas
Ayudando a desvestir nuestros cuerpos.

Era infinito el Amor que se respiro
Mientras entrelazamos nuestra desnudez
Los besos eran tan intensos y apasionados
Que pensé por un momento que iba a morir,
Viéndote ahí tan hermosa como siempre
Me sentí en el paraíso alimentando mis caricias.

El Amor derramado aquella noche
Fue tan exquisito e infinito a la vez,
Su encanto te atrapa rápidamente y
Su intensidad es envidiable por muchos,
Ya quisieran demasiados sentir
Este sentimiento con tanta fuerza
Aunque ahora sea una relación prohibida.

Alumbrado por la luz de las velas
Siempre será recordado con ternura y
Aunque la luz se apague junto
Con la llegada del nuevo día,
Siempre habrá una vela
Para volver a encenderla.