Tu lo que quieres, es que me coma el Tigre

“Dos amigos van caminando y conversando.

-Si vas caminando por un campo y de repente se te aparece un feroz Tigre.
¿Qué harías?
-Me subo a una pared para que no me alcance.
-No hay paredes.
-Me trepo a un árbol.
-No hay árboles.
-Corro para escaparme.
-El Tigre es mas rápido que tu.
-Lo mato de un tiro.
-No tienes armas.
-Dime por fin, tu eres mi amigo; o amigo del Tigre.

Cuento popular brasileño”


Entramos y nos sentamos en la barra del bar “Tropical”, El prendió un cigarrillo, apago cuidadosamente el fósforo en el cenicero (no tiene nada que ver con la historia, pero suena bien), miro con descaro lo que mostraba el prometedor escote de la belleza que atendía los clientes (lo que si tiene que ver con la historia), la cual le sonrió como acusando recibo y pregunto.

-¿Que se sirven?

El-Una cerveza bien fría.

Yo-Un cafecito con crema, por favor.

Después de que el le hiciera ojitos varias veces a la chica, y de que esta trajera lo ordenado, fui al grano con la razón de este encuentro forzado por mi.

-Tienes que ayudarme, tengo miedo de tropezar de nuevo con la misma piedra. Tu siempre fuiste mi amigo, nos conocemos desde la preparatoria, fuiste el que me consoló cuando ella se fue, fuiste el que me alentó a enamorarla…

-Déjate de cojudeces y dime ¿Que quieres?

-He conocido a la mujer perfecta, es bella, es dulce, me siento enamorado de ella pero no me atrevo a decirle nada por temor a ser rechazado, quiero presentártela y que me facilites el camino, como hiciste con Rosa cuando recién la conocimos.

-Quieres que te ayude a arruinar tu vida nuevamente. No has nacido para conservar a una mujer, te acuerdas en el colegio todas te dejaban.

-Si me acuerdo, y se iban contigo.

-¿No me guardaras rencor después de tanto tiempo?

-¡Eso nunca tuvo importancia!
Ella va ha venir a este bar para encontrarse conmigo, yo aprovecho para presentártela y tu usas tus buenos oficios para hacerle ver cuan bueno soy para ella y que gran tipo que soy, tu te imaginas todo lo que puedes hacer.

-OK, yo te ayudo una ves mas.

-Cállate que ella viene entrando.

Ella lucia angelical, solo le faltaban las alas, el vestido dibujaba su hermoso cuerpo y se adhería al caminar hacia nosotros, se podía vislumbrar que este día no usaba sostén, la firmeza de sus pechos era notoria, todo el ambiente se sentía electrizado.

-Suzy te presento a mi mejor amigo, nos conocemos de hace cientos de años.

-Eres lo que me recomendó el Doctor, es un placer el conocerte.

La conversación se desarrollo trivial, poco a poco El fue mostrando sus artimañas y los dos empezaron a ignorarme, tal como sucedió con Rosa, sin que yo me diera cuenta.
Pero ahora estaba bien atento para percibir los síntomas y prever lo que vendría.

En el colegio nunca me importo, con Rosa fue algo diferente, casi me mata al enterarme, cuando los encontré saliendo del Hostal, menos mal para mi propia dignidad que ellos no me vieron.

De repente se levantaron, como si yo no existiera y abandonaron el local conversando animadamente, El parecía comérsela con la mirada; entonces comprendí lo que sentían los Dioses.

Conseguir una puta de mirada angelical y cuerpo de pecado había sido relativamente fácil, lo difícil fue estar absolutamente seguro de que estaba contagiada de SIDA y sobre todo, que tuviera como yo; sed de revancha.

Todo lo demás era predecible conociéndolo.
La venganza es el mayor de los Placeres... La venganza es Placer de los Dioses.