Son sólo tus cadenas las ataduras que permito entren en mi vida. Esclavo de tus besos, de tus pasiones... me pierdo en tus ojos, no regreso... Caminas suave desarmas mi cuerpo indefenso ante tus besos... me elevas... no hay regreso... Tú me tienes y en las noches lloro cuando no estás... dime que me quieres segundos de felicidad cinco gotas de agua bendita. No existe el dolor con tu presencia Y contigo puedo pensar que el amor es posible y no me es negado
Texto agregado el 28-11-2004, y leído por 1065 visitantes. (5 votos)