1. ¿Hacer o no hacer? ¿Anteponer una decisión que definirá mi futuro y mi ser o simplemente frustrarme y esperar que mis intenciones cesen como lo más rebuscado? ¿Por qué en un transcurso ya finalizado me encuentro con éste tipo de delirios?

2. Ay Madre de Dios, que me mata la indecisión. Un amor complicado, por un mañana asegurado estoy dispuesto a pagar, pero si la complicidad llega a tal desnivel que mi ser no pueda competir, veré que comprometí mis únicas razones de subsistir desperdiciando una causa con fortuna y posibilidades que nunca se me repetirán.

3. Mi tormento aumenta en agonía cuando visualizo como serán nuestros días, un saludo matutino repetido hasta la rutina, que olvídase de su despido ya que todo indicase que es más el compromiso que el deseo honesto de una modalidad acostumbrada, y tarde y no por eso seguro, entiendo esa lección: es mejor ser uno de los que te tiene antes de ser uno de los que no tienen el placer.

4. Mientras en esta tarde albinegra, que algunos quieren condecorar como gris, pienso en vos, se dislumbra la imagen fija de tu ser a una increíble figura que un tonto delirar, producido por alucinaciones voluntarias, logran desfigurar. Aún así te recuerdo tan pura como te merecés.

5. Furtivos encuentros de nuestros labios con dos perspectivas enfrentadas, sonidos sobresalientes incomprensibles. Silencio interrumpido por los latidos. La culpa de uno de los dos al fin toma poder, y se huye de lo carnal.

6. Ahora es cuando me toca averiguar quién realmente sintió la desdicha, mi consicencia se encuentra confundida y me pidió de favor que no le pida respuestas tan inoportunas.