Manejaba mi auto, pensaba, pensaba en todo aquello, ¿por qué tenia que suceder así?
La ciudad brillaba en los vidrios, la noche se hacía enorme, la luna dormía en el cielo, las nubes observaban el mundo, mi cabeza viajaba en el universo infinito de mi vida, y de lo que pudo ser mi vida, o de lo podría ser, pero no podía sacar de mi cabeza todas esas historias posibles, todas esas vidas que podría vivir, todos esos amores que podrían volverse realidad.
Los autos me observaban, mas yo no podía dejar de vivir esos sueños. ¡Alto! un peaton, un hombre casi había sido arrollado por mi auto. Frené bruscamente.
Pensé en su familia, en sus hijos que lo esperaban en casa, en su esposa, en su amante quizás, en sus sueños, en que tal vez el sí tenia la vida que queria y que había soñado siempre. Deje que siguiera su camino, deje que continuara en este mundo, deje que se volviera loco pues luego de frenar, un camión, que venía desde una calle perpendicular, atrapó mi auto bajo sus ruedas, y destrozaron mi vida, y la del hombre que vio en mis ojos, mis últimos pensamientos, sobre sus sueños, sobre su vida. |