La soledad me confunde. 
Ya no siento mis ojos, 
mis oidos no oyen, 
mi piel esta seca, muerta 
y mis labios, mudos e inmovibles,  
permanecen callados. 
Siento el vaiven de mi respiracion 
como se ralentiza  
y a la vez se acompasa. 
Los latidos de mi corazon 
se hacen tambien mas lentos, 
suaves y melodicos, 
retumbando en mis sienes como el sonido de un tambor, 
agolpando la sangre, ya nuta y espesa. 
Un amargo sentimiento de angustia 
se apodera de mi alma, 
presionando mi pecho 
hasta dejarme sin aire. 
Estoy muerta, yerma, sin vida. 
Mi ultimo aliento 
te lo llevastes tu, soledad. 
Te lo llevastes con el. 
Ahora no me queda nada, 
tan solo pobres recuerdos 
que enardecen mi mente 
y que me permiten estar viva. 
Solo, si algun dia 
apareces en su vida 
y le ves, 
dile que le amo; 
que le amo mas que a mi vida, 
mas que al aire que respiro. 
Que el es el centro de todo, 
el centro de mi universo. 
Que es el dueno de mi corazon, 
de mi persona  
y del aire que respiro. 
Dile que le pertenezco, 
que soy suya. 
Dile que sin el no puedo vivir, 
que me ahogo, me asfixio. 
Dile que no soy persona. 
Dile que me muero. 
Dile que me muero de amor, 
de dolor, de pena. 
Dile que el lo es todo, 
mi todo.   |