He de dejar constancia de lo que está pasando cuanto antes..., no se que ocurrirá mañana...así que si no vuelvo por aqui..., corred la voz, seres alienígenas nos estan invadiendo.
Creo que mi felpudo nuevo es un ser extraterrestre, una especie de vampiro; no es que le chupe la sangre a la gente, sino que les absorbe cierta fuerza; el ánimo.
Os podrá parecer que soy un paranoico, o que pertenezco al club que desde hace poco preside Yihad ...pero no, esta aterradora realidad la he ido comprobando día a día.
El cartero no quiere entregarme el correo porque dice que cuando lo hace, se siente muy mal y acaba irremediablemente borracho en cualquier bar; mis amigos no vienen a casa porque cuentan que en el último momento, cuando están ante mi puerta, se arrepienten y se marchan a meterse en la cama durante tres o cuatro días...; una chica que vino a verme hace poco, ingresó al día siguiente en un convento de clausura.
Las limpiadoras de los pasillos, solo limpian hasta llegar a mi felpudo, en el momento que lo tocan, dejan de limpiar y se sientan en la escalera a llorar y contarse penas. Dos testigos de Jehová que tocaron a mi puerta han abierto un salón de masaje tailandés y un agente censal apareció ahorcado el otro día en el segundo piso, seguramente toco a mi puerta y se situó sobre el fatídico felpudo...
Nadie sabe a ciencia cierta que es lo que le ocurre al llegar ante mi puerta; les abandona un poco la vida; el brío y la confianza; se sienten desamparados...es el felpudo, yo lo se a ciencia cierta; es una forma inteligente y maligna de vida que viene desde otras constelaciones, se alimenta de ilusión, de esperanza y de convicciones..., he intentado quitarlo mas de una vez, pero nada mas agarrarlo, se me quitan las ganas..., tengo que soltarlo, me siento abatido y me da por escribir cuentos...
Lo peor de todo es que desde hace unos dias, los han puesto de oferta en el hipermercado, cada vez hay mas...nos están invadiendo.
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