El deseo se encargó de las rejas, las ventanas te esperaron abiertas
Las sábanas excitadas ansiaban ser robadas
Y las ropas ya deseaban ser desalojadas
El combo de mis piernas te espera servido
Mientras mi panza le suplica un poco de calor a tu ombligo
Mi lengua desesperada te busca, se quiere escapar
Mis dedos ya lubricados no te pueden encontrar
Los pechos puntiagudos fantasean con tu labios
Pero el sudor de mi vientre ya está cansado de esperar
La noche se termina y Vos otra vez no estás.-
Texto agregado el 24-11-2004, y leído por 178
visitantes. (1 voto)