A los turistas que han tenido la fortuna de visitar Lomié el amor de los nativos les ha parecido infame. Los hombres, para ser dignos del amor de su futura esposa, tienen que cruzar a nado el Dja, buscar una serpiente, dejarse morder y sobrevivir al trance. Cuando regresan a la aldea, las mujeres tienen que demostrarles su valor cazando para ellos. Salen solas con una lanza, cazan un animal comestible y lo sazonan. Alimentan y cuidan a su futuro esposo hasta que este recobre la fuerza. En el rito nupcial es cuando ocurre lo más tenebroso. El anciano que guía la ceremonia cercena un brazo de él y una pierna de ella. Los miembros son aventados a la corriente del Boumba. Así, dicen, los esposos se necesitarán para siempre.
Texto agregado el 24-11-2004, y leído por 115
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Lectores Opinan
11-12-2004
Lo mismo que el comentario de Mrs. Harmony. Me quedan dudas sobre la pertinencia de colgarle el adjetivo de “tenebroso” a lo que ocurre en la ceremonia de boda. demabe
25-11-2004
Esto es verdad? Yo me creo cualquier cosa... Selkis
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