Un cuarto con paredes blancas. Con sillas de color blanco. Rosas blancas en un jarrón blanco sobre una mesita del mismo color. Una puerta blanca y al fondo una cama, con un cubrelecho del color del recinto. Y sobre ella un hombre vestido de negro sentado al bordel.
De la puerta sale una mujer de facciones orientales, de cabellos negros, largos y sedosos, vestida con una túnica blanca de seda, de la más fina seda transparente que deja ver las formas delicadas de su cuerpo. Ella se acerca despacio, sus manos sueltas, lo observa también... está enfrente suyo. Y lentamente se sienta a su lado para acariciarlo con sus tibios dedos.
El hombre de negro se deleita con las caricas que la mujer le proporciona...
-¿Verdad que esta noche deseas sentir algo diferente?-le pregunta en susurros ella.
Y él asiente con la cabeza. Ella le quita la cabeza... aquella mujer desconocida que había encontrado en un bar sabía como enloquecer a un hombre... ella lo recuesta en una de las almohadas blancas de la cama. Se posa sobre él, lo besa, lo besa, se despoja de su túnica de seda, un delirio febril...
Él cierra los ojos, no ve nada, la oscuridad, recordar sus formas. Y su voz que retumba en su mente. Algo diferente, algo diferente, algo. Ella baja a su cuello... algo diferente... ahhh... el cuello.
Y un dolor atraviesa su cuerpo. Abre los ojos y ve el techo blanco, todo blanco. Sin embargo, todo se torna oscuro, un mareo ¿Qué pasa? ¡Qué está sucediendo! La mujer había clavado sus colmillos en la vena yugular dde aquel hombre, salía sangre a borbotones, sangre tibia, un manjar para los dioses de los mundos subterraneos.
Al cabo de una hora yace en el cuarto de baño, también blanco, el cuerpo inerte de un hombre que alguna vez estuvo vestido de negro... sus ropas están en el tarro de la basura. La mujer oriental tiene en sus manos un cuchillo filudo y se dispones a quitarle la carne al cadaver en su tina... mira la cama ¿Cómo quitar el color rojo sangre de su sábana blanca? Aquella mancha rompía con la armonía de su cuarto. Quita el cubrelecho. Mejor cambiarlo. Al día siguiente traería otra victima para su desayuno... |