Una dulce pasión enclaustrada sin motivo,
un tierno sentimiento que desmonta, una a una,
las piezas de un proyecto de vida
que parecía ser definitivo...
Una mirada que me observa
desde lo más hondo de mi asombro,
y esa duda que me acompaña día y noche...
Pero tal vez no sea el amor...
Retazos de una ternura que no me pertenece,
sonrisas intercambiadas, cómplices
de un amor que no es mío...
Pero tal vez tampoco lo deseo...,
aunque, en silencio, mi alma grita su nombre;
aunque en mi almohada,
mis lágrimas dibujen su imagen;
aunque mi alma se conforme con contemplar
la belleza que de ella emana...
Pero tal vez sólo sea un destino
para la inmensidad de emociones que desprendo...
Sólo sé que sueño con rozar tiernamente
su piel desnuda, frágil..., sensible...
Sólo sé que el corazón me bombea su voz
que se clava, una y otra vez,
en mis enfermos oídos...
Puero puede que sólo esté rellenando
el gran hueco que ha quedado en mí...
Y aunque la vida se me escape
en pequeños gemidos olvidados,
aunque recorra el mundo buscando
lo que tal vez esté ante mis ojos,
el silencio será el guardián de mi secreto...
¿Y si sólo es un fugaz deseo...?
Pero..., ¿y si fuera ella...?
La magia que tanto amo se me derrama
del alma, rota en mil pedazos,
y todo va siendo tan cruelmente real...
Ya no quedan esperanzas, o al menos,
nada ni nadie en quien depositarlas...
¿Y si el amor no existe realmente?
¿Y si hubiese muerto, olvidado entre los escombros,
de un pasado ya deshechado...?
Ya no quedan lágrimas para llorar
tan cruel muerte;
no quedan suspiros para sentir,
aunque sólo sea que la vida sigue;
no quedan promesas en que creer,
aunque siempre quedarán las ganas de luchar...
Al menos, eso espero...
(10/01/98) |