Trozos de hielo adheridos a tu recuerdo,
excusas envueltas en tu ausencia,
besos luchando por su incierto destino,
estandarte aún existiendo en el miedo...
Incierto destino difuminado en tu vida,
desconocidas razones limitando mi sentir,
huellas que me transportan a ese rincón
al que tu alma vuelve una vez más...
Lamento sofocado tarareando sueños,
chasquido sordo de mis dedos
en el que no reapareces...,
caricias enclaustradas en la falta de fe,
que aún pudiendo existir
se niega a respirarme cerca...
Avalancha de sueños desvalidos,
confiando en la efímera mano
que deja derramar entre sus dedos
esa arena teñida de tu nostalgia...
Tal vez sólo soy un sentimiento
atrapado en la búsqueda de tu sonrisa,
protegido de tu mundo prefabricado
en el que carezco siempre de lugar...
Y sé que yo soy... Lo siento...
Pero, ¿acaso tú eres tú...?
¿Acaso has valorado esa nostalgia
eterna de mis huellas tras de tí?
Y no te pido nada, lo sabes...
Tal vez sólo que logres ser tú,
que sepas mirarme tras el brillo de tus ojos,
aunque sea de reojo, y sólo por tí...
Nuestro encuentro mágico sin forma
podría persistir hasta la eternidad,
esa en la que se desvanecen las dudas
y se pobla, dulcemente, de la fe...
Escúpeme tu esencia a la cara
y mi saliva sanará tus heridas...
Sobrevívete a tí misma, por favor...,
y yo sobreviviré a tu agonía.
(20/11/04) |