Que desgracia ser poeta
Y tener qué comer
Y andar
Y dormir.
Que desgracia ser poeta
Y no poder ser sólo eso
Esa cosa tan simple
Tan pequeña, tan sencilla.
Que desgracia ser poeta
Y tener que leer los diarios
Para saber de las tragedias cotidianas.
De las cosas vanas
Y del escándalo de los políticos.
Que desgracia ser poeta
Y tener que ceder la mayor parte del día
A ocupaciones menos enriquecedoras
Más triviales y difícilmente pasionarias.
Que desgracia ser poeta
Y no poder hundirse de una vez por todas
En el sortilegio de las letras.
Huir de esta realidad impuesta.
Que desgracia ser poeta
Y tener que reír y hablar y fingir.
Abrir las ventanas y correr las cortinas
Para confirmar que seguimos vivos.
Que desgracia ser poeta
En este mundo tan ajeno.
Es una lastima no poder ser
Sólo eso;
Esa cosa tan simple, tan propia
E intimista.
Tan extraña.
Jano 22/11/04
Texto agregado el 22-11-2004, y leído por 116
visitantes. (1 voto)
Lectores Opinan
13-07-2005
Versos que hablan de un compromiso acérrimo. Tanto, que permean visiblemente a la misma poesía. Cuando se siente que ser poeta es una desgracia, no es porque odiemos la poesía sino al contrario: la amamos pese a todo, pese a este mundo que no quiere que seamos poetas. Pues hay que serlo a ultranza. Saludos! Quilapan
22-11-2004
poesía y realidad... interesante propuesta la tuya, pero no necesariamente compartida. newton
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