Inicio / Cuenteros Locales / barrasus / El secreto deseo de Jorge
Dicen que toda persona alberga en su interior un secreto deseo, tal vez sea cierto o tal vez no, pero Jorge si tenía uno y desde luego era secreto, pues a nadie se lo había contado. Nunca había salido de su país, siempre que surgía la oportunidad de hacerlo ocurría algo que trastocaba sus planes. Llegó a pensar que nunca saldría a ver el extranjero, poder pasear por las calles y oír al resto de viandantes hablar en una extraña lengua, poder ver caras y rasgos diferentes a los de su pueblo, probar comidas exóticas con nombres raros que guardaban alguna sorpresa, intentar conquistar a una chica por gestos y miradas...
Ese año todo iba bien, la familia con salud y el trabajo no faltaba, todo apuntaba hacia la consecución de su secreto deseo. Entró en la agencia de viajes y se sentó, el joven de la agencia atendía a una pareja de futuros recién casados, Jorge tomó en sus manos un folleto de viajes a Europa, sus ojos brillaban, y su mente soñaba con otros mundos...
Salió de la agencia con un billete de avión a París y un bono de hotel para pasar una semana en la ciudad que decían más bella del mundo. Hasta el mismo día de su partida se mantuvo alerta, pensaba que algo ocurriría, pero nada pasó, casi sin darse cuenta se vio subiendo las escaleras del avión, “ el avión del deseo “ decía él mientras despegaba rumbo a París.
Dejó todos los bártulos en el hotel y se dirigió al Metro, no quería perder tiempo, su deseo le esperaba. Se apeó en Champ de Mars, al salir de la boca del Metro la gran Tour Eiffel apareció antes sus ojos. Quedó como petrificado pero fue solo un instante, siguió caminando y llegó a sus pies, la emoción inundó sus ojos.
Disfrutaba del momento mientras subía en el ascensor inclinado de la torre, pensaba en que poco le quedaba para ver culminado se anhelado y secreto deseo, las manos le sudaban más de lo habitual e incluso llegó a comerse las uñas, algo que nunca había hecho antes. Arribó al tercer piso de la torre, 214 metros contemplaban la ciudad, se acercó a la galería superior que permanecía abierta, apoyó los codos en la baranda y tomó aire antes de ver cumplido su sueño, escupió con todas sus ganas y el salivazo cayó en picado, sonreía mientras observaba como el escupitajo se perdía en el Campo de Marte, por fin había hecho realidad su secreto deseo.
|
Texto agregado el 22-11-2004, y leído por 878
visitantes. (12 votos)
|
|
|
Lectores Opinan |
|
|
|
|
|
|
24-05-2008 |
|
jajajjaaaa, como siempre, genial!!!
Besos y estrellas
nayru |
|
| |
|
|
21-12-2006 |
|
¿Y le cayó a un francés?. Muy bueno.
roberto_cherinvarito |
|
| |
|
|
26-03-2006 |
|
que majo el chavalín laquesoy |
|
| |
|
|
14-10-2005 |
|
menos mal que le viento no soplaba en contra ¡¡¡ solete |
|
| |
|
|
11-12-2004 |
|
Ya no puedes decir nada cuando un francés se decida a cumplir su sueño en tus tierras, amigazo... gui |
|
| |
|
|
05-12-2004 |
|
Sorprendente y agradable final, sobre todo y si el escupitajo cayó donde tenía que caer. Sigo insistiendo con tu prosa notable; se lee de un tirón y atrapa. Un abrazo y te sigo leyendo... juanromero |
|
| |
|
|
26-11-2004 |
|
Pues el caso es que yo siempre he querido hacer lo mismo... debe de ser un complejo extendido... nomecreona |
|
| |
|
|
25-11-2004 |
|
Muy bueno, ligerito y refrescante. Enhorabuena Alejandro_1007 |
|
| |
|
|
24-11-2004 |
|
Todo un barrasus, marca registrada. Siempre divertidos, siempre instructivos (ahora sé que debo llevar gorrito de ducha cuando ande por allá, bajo la estructura). Saludos y mis cinco para tí. Borarje |
|
| |
|
|
24-11-2004 |
|
Bueno, digno de usted señor, irónico y sorpresivo... siempre soñé con rechazar un vino francés y pedir un chileno en un restaurant fino. Así lo hice, es menos cool que el sueño de Jorge, pero creo que me sentí igualito que él, sobre todo porque estaba hasta nervioso, cuando se me dio la opotunidad de decir... lléveselo... ¿tiene alguno chileno? nauj |
|
| |
|
|
24-11-2004 |
|
yo avisé eh¡ les dije al subir: pues yo que vosotros me ponía un gorrito de ducha.... barrasin |
|
| |
|
|
24-11-2004 |
|
joer... me has engañao, a mí me pasó lo mismito... cuando salí del metro y ví la Torre Eiffel "quedé como petrificada, pero fue solo un instante..."...y el resto ... imagínatelo... luna-lunera |
|
| |
|
|
23-11-2004 |
|
Primero pensé que el avión se estrellaría, después que se caería de la torre, pero no intui en ningun momento su deseo real. Me lo he pasado bien con el texto. Se lee muy rápido, sin contratiempos, eso quiere decir que esta muy bien redactado y que la trama atrapa. Un saludo de SOL-O-LUNA |
|
| |
|
|
23-11-2004 |
|
Pues facilmente podría haberle caido a cualquier turista. Hay tantos por allí. jajajaja
Este cuento sí tiene sorpresa final jajaja Muy bueno. Mi abrazo y * graju |
|
| |
|
|
22-11-2004 |
|
Estaba en tensión esperando un fín horripilante como una caida a plomo desde lo más alto de la torre...pero el final me sorprendió agradablemente yoria |
|
| |
|
|
22-11-2004 |
|
curioso deseo el de Jorge! la próxima vez que vaya a Paris, subiré de nuevo a la tour eiffel y en lugar de anonadarme viendo los tejados parisinos, escupiré,jeje a ver que pasa. ondina |
|
| |
|
|
22-11-2004 |
|
Por fin puedo respirar, yo ya tenía un final macabro, pero este Jorge salió más vivo y latino que ninguno. Van mis 5* y felicitaciones. jorval |
|
| |
|
|
22-11-2004 |
|
Enhorabuena al protagonista por cumplir su deseo... Confieso que el final me sorprendió, viniendo de tan serio y noble escritor...;)
Un abrazo. neusdejuan |
|
| |
|
|
|
|
|
|
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login
|
|