- Apúrate! No vamos a llegar!!!

- Que mierda! Ya veremos lo que hacemos. Tomatelo con calma.

La carretera avanzaba paralela a ese horizonte de azules, lilas, naranjas y amarillos. Inalcanzable como siempre. El V8 rugía uniforme, pero siempre con encanto. El carro se caía a pedazos. PUM! El carro perdía el control, zigzagueando de un lado al otro del asfalto. Puta madre!! has algo huevón!!!...Guarda!!...

De un movimiento seco me desperté. Puta, que tal sueño!. Me iba a sacar la mierda, malazo. Pero no seas huevón, que buen sitio!. Cerré los ojos. Quería regresar, claro que a los momentos previos a la cuasi sacada de mierda, de la cual sólo me salve por abrir los ojos, y esta vez enfrentar una realidad mejor. Traté de acordarme más del sueño, pero bien sabe uno que cada minuto que pasa es más díficil, y a veces no tardamos más de unos cuantos para sólo tener una vaga idea, casi imperceptible, de nuestros sueños. Que chucha! Hoy empieza un nuevo día...aunque que flojera...

Estaba amodorrado casi al punto de confundirme con alguien realmente abatido. Pero me sentía alegre. Uno, dos... tres... me paro, las sábanas y una almohada al piso. Las levanto. Me acomodo el huevo, este calzoncillo me queda grande, debe ser del panzón de mi viejo. Incursión fugaz en el closet. Ropa en mano, al baño, a la ducha...

La mañana ya tenía sus horas. Habíamos estado desde la noche anterior rondando las afueras del puerto. Regresabamos a casa después de una noche sin mayores trámites y sucesos. Una noche tranquila de primavera. Sin estrellas, nublada y fría. El remolcador avanzaba lento, demostrando con su sonido toda esa fuerza que le permitía ser lo que es. Todo un pequeño mounstro pensaba, inmensamente útil, inofensivo de pinta, aceptando humilde y resignadamente la indiferencia de los tránseuntes maleconeros, ante la imponencia y majestuosidad de los cargueros, cruceros, destructores y yates de lujo.

Ya se divisaban claramente los edificios de la ciudad. Todos marrones, de roca, sólidos, golpeados por el tiempo y la historia. El agua estaba aceitosa y los rayos del sol dibujaban amebas tornasoladas del morado al dorado, pasando siempre por el azul-negro-verde de este mar. Olía a puerto, a mar, a océano mezclado con petroleo diesel. Me encantaba el aroma. Siempre había sido así. Quizás por eso vivía en un puerto desde hacía ya varios años. Amaba ese lugar. Era mío y sentía que cariñosamente me había adoptado. No quería estar en otra parte. El remolcador era mi trabajo. Lo conocía bien, lo respetaba, lo admiraba. Tantos caballos, tanto óxido, tanto trajín, tanto ruido...

Seguimos el curso hacia el muelle. Nuestro turno terminaba. Quería un buen desayuno, grande y sabroso. Unos huevos revueltos, unas tostadas, como extraño un buen chicharrón de Sarita, un jugo de naranja natural y un buen cafesito con sabor a casa. Un momento Nescafé me caería a pelo...

Avanzabamos ruidosa y lentamente por las aguas mansas. Miraba hacia el muelle. Un albatros paso volando al ras de mi mirada. Lo seguí. Se poso sobre la proa de una hermosa goleta de casco negro. Parecía abandonada. Nos miramos. Sentí que nos entendimos, o mejor dicho, que me entendía...

Termine de enjuagarme el cuerpo. Estaba por apagar la ducha, el agua caliente casi había sido. Es más estaba tibia tirando para fría. Uy! me olvide del champú. Volteo y veo millones de frascos. ¿Ahora? Siempre me pasa lo mismo. Debería acordarme de cual es. Chequeo y la mitad son champús. Cualquiera será, me cago de frío ya no hay tiempo para escoger, total da igual me imagino. En un dos por tres me lavo el pelo. Salgo, me seco. Mierda! como se me cae el pelo!. A este paso me voy a quedar pelado la próxima semana!! Me tengo que conseguir unos de esos champús, si no estoy hecho. Puta que cagada y puta que frío. Me lavo las muelas. El baño esta impregnado de vapor y desodorante. Donde estan los isopos, esta tarada siempre los anda moviendo. Aquí estan. Pienso en la belleza de La Valetta. En ese albatros con el que acababa de cruzar miradas. Que chevere son los remolcadores...boto los isopos al tacho pensando como siempre que produzco más tofi de lo normal...
Me visto al toque. Billetera, celular, llaves, puchos y encendedor. Listo, más listo que nunca. Camino hacia la cocina. El deseo de un buen desayuno no se me había ido. En ese aspecto, si seguía viendo, desde lo lejos, el muelle de las mansas aguas del puerto maltés.

Un par de tostaditas serán, con su mantequillita. Me acuerdo que básica es la sal en la mantequilla, pero un toque nomás. Como viene. Como la "laive", aunque la "sancor" también es buena, buenaza diría yo. Vaso de agua. Extraño una limonada. No lleno pero si satisfecho, salgo de mi casa. Mi carro esta hecho una mierda. Una lavada no le caería mal. Pienso en como se ensucia el carro en Paracas, claro que no dejo de agradecer que nunca me haya topado con una paraca de esas que te rayan la pintura del carro. Eso si me cagaría...

Primavera con Velazco Astete. ¿Es imposible agarrar este semáforo en verde, no? Quiero voltear a la derecha. La flecha me lo permite pero la bestia de adelante no. Puta que bilis. Ya que mierda, tranquilidad, paciencia y buen humor, tarareo la primera canción del "Lies". Mis ganas de matarlo no van a mover su carro. Un claxon, otro, otro, otro, estoy a punto de perder el control. Se mueve justo a tiempo, lo paso y lo miro con ganas de mal de ojo. Me cago de risa final y felizmente. Sigo avanzando, rápido, estoy sólo, la música al mango porque no baja el volumen y también me provoca: es The Cars, "Just what I needed", como siempre a pelo. Paso el siguiente semáforo en verde, me termina de poner de buen humor. No puedo evitar recordar eso de la onda verde. Trato de descifrar si en el centro funciona. Siempre lo intente, a veces si a veces no, como será pe, y me acuerdo de Huertas y sus costumbres huaracinas...como será pe...

Ya es hora del almuerzo, estoy de regreso a casa. El tráfico ya bajo y el piloto esta más automático que nunca. Zeta Rock & Pop no deja de retrotraerme. "It´s just the look". ¿A dónde? Una mirada telescópica hacia innumerables puntos en el espacio de la a veces infinita memoria. Ya estoy por llegar, la radio sigue sonando y ahora canto "te retorcerás entre polvos pica pica...", o será que me cantan a mi. Ambas pueden ser. He vivido las dos...

Lleno, repleto. Los fríjoles lo son todo, los rojos. Me despierta la curiosidad por mi bandeja de entrada, mi inbox, mails. Ojalá haya algo bueno. Cosa rara el sábado. Nombre, contraseña, paciencia y un pucho postalmuerzo. Finalmente carga la huevada y entro. Increíble, un par de buenos mails y otros no tanto. Por favor dejen de mandar zoofilia. Suficiente con mi morbo. Paseo por las calles de Kiev, acompañado de una pelirroja que no es mi fetiche. Conozco Sao Paulo, y no dejo de soñar en ese encuentro de pintas, banderas y el mounstro...

Suena mi teléfono celular. Odio el sonido, y este más aún, por más que yo mismo la haya compuesto, quizás por eso mismo. Musicalmente cero... Es ella.

Que vas a hacer? Ni idea, que planes? Que un cafesito? Claro... ya chévere nos encontramos en media hora. Ya pasas por mi...

Nos encontramos. Mi corazón ya no late como antes. La quiero, la quiero inmensamente. La deseo, si la deseo y que da miedo. Conversamos. Nos reímos, nos jodemos, nos neciamos y nos volvemos a reír. Nos abrazamos. Nos besamos. Nos propasamos. Terminamos en su casa... No pasa nada, o mejor dicho nada como debio pasar. Corazón Coraza como diría Benedetti: "porque tu siempre existes dondequiera; pero existes mejor donde te quiero..." Todo termina bien. Un beso lleno de ternura. Invasión, asalto de la nostalgia, pero no Corazón Coraza... yo no, no esta vez por lo menos... Nos despedimos.

De vuelta a las pistas. Relojeo por el dial, vueltas, vueltas y vueltas. Tiro la toalla. El camino es largo. Me meto en mi mismo. Piloto automático. Pienso, divago, me pierdo. ¿el presente esta lleno de detalles, cosas enanas e imperceptibles, no Carlos? Si Carlos, es como si tuvieramos que usar en todo momento un microscopio para poder enfrentarlo. ¿Pésimo? Nunca tanto, sólo que es inevitable que nos perdamos el "big picture" de algunos momentos, pero la cotidianeidad nos obliga. Ese microscopio es justo y necesario. A veces demasiado quizás...

Con los ojos en el microscopio me bajo del carro. Cierro. ¿No me olvido de nada, no? No... creo. El ascensor, el pasadizo, el baño. Me meaba hace horas... puta madre, me cago... jodido. No hay tiempo para National Geographics. Me siento. No hay nada para leer. Cojó el desodorante. Leo las palabras del envase. Una mierda. Deberían haber historietas en vez de composiciones químicas, no se, algo así. O lemas, dichos y refranes en el papel higiénico. Fácil algo educativo. Yo los compraría. ¿Que un negocio?. Termino de cagar y esas ideas parecerían irse como una buena mierda. Se fueron por el desague, supongo que lo eran. Algunas quedan grabadas, eso si.

Unas chelitas serán. Un par de llamadas, un poco más de repente y casi siempre. Listo. Será como siempre. Total yo me divierto. Estoy agotado, hecho mierda. Recién me doy cuenta que estoy medio resaqueado. No fueron tan pocas las cervezas de ayer. Siempre básica una siestita. Por lo menos un par de horitas para estar listo para la noche. Cierro los ojos. Saco mi telescopio y navego por mi memoria. Que lejos se ven los recuerdos, inalcanzables, algunos casi diluidos por el tiempo. Me esfuerzo pero nada, también es cierto que a veces uno se sorprende. Pin! aparecen. Lindo feeling: no es el caso. No paro de pensar, me demoro en dormir. Divagando, como se divaga, a la deriva, me veo en ese lugar: enorme ambiente alfombrado, me jode el aire acondicionado, necesito un pucho. La ansiedad me mata. Me chupo el dedo por que me duele. Me comí demasiado una uña. Creo que tengo un arete en la ceja y extraño a mi hermana. Estoy ahí esperando. Quiero salvar Beirut, devolverle su grandeza, su condición de perla del mediterraneo, desactivar los obuces que aún quedan sin detonar... Rebobino y adelanto. A veces así se sueña. No en DVD, en VHS. Uno se pierde...

Prendo la tele y se me va apagando la mente. No sueño, o no lo recuerdo. Sueño de hecho mierda. ¿Roncaré? Como será pe y me vuelvo a reír de Huertas. Me levanto. Ya es hora de salir. Microscopio a mil. Lavada de muelas, marca Crest, me tengo que cambiar de polera, se me marco la cara con la almohada, donde deje mi billetera, quien dejo eso ahí, chau, regreso tarde. Chau.

"Es una noche más... de caminar..." Se me ha pegado la canción. Perfecta, ad hoc. Camino, bajo, tomo un taxi...

Estoy con mis amigos. No todos. Si los suficientes. Chelas van, chelas vienen. Pasa una chica. Estoy stoned y despreocupado. Con esa actitud le veo el culo. Descarado, con toda la concha y cuajo. Una amiga me descubre. Asumo la verguenza que en verdad no me da. Buen culo. Mi amiga desaprueba. Me río. Disfruto la situación. Es como las huevas, pienso, y lo es.

Encuentros, reencuentros. Trascendencias, intrascendencias. Jodas, risas, a ver dejame pasar, una mesita. Miro a todos lados. No espero a nadie, pero de repente la veo. Estrés. Ansiedad. Alegría. Todas me imagino. Holaquetalcomohasestado. ¿Y que has hecho? Nada ¿tu? También. Esta riquísima. Puta que rica esta. Corazón Coraza. Yo no. Situación incómoda. Nunca tanto. Benedetti una vez más: "aunque te busque y no te encuentre; y aunque; la noche pase y yo te tenga; y no"...

Después de la tormenta viene la calma. La noche sigue su curso. Converso, río y hasta lloro. Me encanta todo esto, me encanta. Me empapo de sus personalidades. Me enamoro de los recuerdos. Junto los personajes que me acompañan en la historia de mi vida, sea vista desde un telescopio, un microscopio, un VHS, una ducha o un sueño. Alegría, tristeza, nostalgia, miedo, tensión. Juntalos, sonríe: somos felices...

Llego a mi casa. No estoy tan borracho. Me quito las botas, el panatlón y las medias. Me meto adentro de la cama. Cierro los ojos y esbozó una sonrisa. Me pregunto como será el futuro. Puedo ver lo que sea, pero en verdad es como ver por un caleidoscopio: visión de cosas indefinidas. A colores, muchos colores. Giró y giró el caleidoscopio. Todo cambia pero no reconozco nada. Sólo colores. Estoy condenado al optimismo... soy feliz. Eso es lo único que veo en mi caleidoscopio antes de dormir...