yo a usted le escribo
y si le gusta qué bueno
le recito
y si le asusta
más no se lo digo
pero acaso le siga escribiendo
sobre todo si lo manda el corazón
yo a usted la miro
y si quiere compartir mis ojos
verá en ellos el reflejo
del cariño que le tengo
y si le sucede que se aburre de mirarme
o que no me mira igual
que yo a usted
creo que ya tengo recuerdos bastantes
para mirarla antes de dormirme
yo a usted le tiendo mi mano
y si tomarla le electriza
como dársela me electriza a mí
pues nada nos la damos
o mejor nos la regalamos
y si lo único que siente
es el calor del roce sobrante
o el frío del deseo ausente
ya me ocupo de ocupar ambas manos
y si el trato es bueno
lo cumplimos
y si no
por si acaso
también.
Texto agregado el 22-11-2004, y leído por 212
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