Aquellos que buscan materializar el amor, equivocan el camino. Aquellos que lo idealizan, jamás se perderán su esencia. Nadie podrá nunca comprar ni una sola porción de amor. Es más creo que en este tiempo en el que el dinero soluciona hasta lo más inverosímil, el amor es lo único que queda a merced de nuestras formas de actuar, de mirar, de sentir, de querer y de vivir. Porque sentirse amado y amar, no es cosa de todos los días. Es cada vez más extraño descubrir el amor, como algunos todavía lo conocen. En un sentido plenamente inmaterial y sin pociones mágicas, sólo. Sin agregados, sin fechas, sin regalos, sin intereses, sin desconfianza, sin resentimientos, sin obsesiones, sin armas... Lo prefiero en su estado más natural, y si no es así, preferiré guardarlo para otra ocasión. |