SENTENCIA CELESTE

Celestiales bandadas de pájaros
vinieron hasta mis manos
contaron que la lluvia
que el invierno
que un álamo ha caído
a la orilla del camino.

Ángeles tristes con canto de gaviotas...

A la hora tercia
con los brazos extendidos
gritará con voz de hojas
el árbol lastimado.

Aguacero de savia
estremecerá su cuerpo
beberá el postrero sorbo
para lanzarse al viento.

Ángeles sin alas en coro
entonarán un salmo...

En paseo futuro
por la alameda triste
vagará el recuerdo de una mañana
cuando ríos de lava
rodaban por mis piernas.

Una estampida de ojos
arrullará en mi vientre
la risa loca del tiempo ido.

Ángeles y gaviotas
en Babel urbana
se atropellan, mueren.

Será la sentencia insolente:

Colgaré de un madero,
sabremos para entonces
ya estaba escrito,
por los siglos...

FATAMORGANA
Patricia Lara Arriagada