EL CAMINO


¡Vengan!, vengan todos aquí, síganme, ¡atención!, hey tú el de la sonrisa estúpida, lamedor de culos, cojeando, rascando, salivando, buscando placer, ¡y tú! nariz de carbón, rapado, magullado, correteado, oledor de culos, olfatéame éste, ¡vengan todos que ahí viene!, es él, el del trote, sobre el polvo y las piedras, sobre el camino sucio y maloliente, sobre esta suerte perra que a todos nos toca... y sobre él, el látigo y sobre el látigo el Sol, y qué importa quién más siga, qué importa lo que estábamos haciendo cuando él llego... vengan todos... ODIO sobre EL.
Vamos al camino que ahí viene, ya nos siente, sabe que estamos cerca, nos huele, te huele a ti y a mi, siente en el aire el olor de tu saliva mojando el suelo, el de tu lengua masturbadora de patas, nos siente, como siente el látigo entre sus costillas y el Sol en sus ojos, el polvo del camino y el olor de mi sexo, nos siente.
¡Vamos ahora!, logremos que se caiga, que le duela, que le pese... que nos sienta de verdad, síganlo, grúñanle, ládrenle, muérdanlo, golpeemos sus patas, arráncale la piel, que te escuche, que le pese tu rabia, mira sus ojos, su boca espumea, echémoslo de aquí, que no vuelva, que cambie su marcha, de trote en carrera, de carrera en huida, mírenlo, vacila, duda, ya lo tenemos, ahora sí que lo tenemos, nos teme, persíganlo, se va...
Corre infeliz, corre y no vuelvas... somos testigos de tu fortuna y tú eres parte de la nuestra, algunos te dejan en paz y vuelven con el resto, otros a la orilla del camino huelen tu excremento, se revuelcan sobre él, me acerco y me miran, invitándome, lamen el bulto olvidado y se vuelven a revolcar, pero... no es excremento... compañero, ¿qué haces?, ¿tu instinto es mas grande? no te responde, no te acepta ni te rechaza, míralo bien... no forniques con el aire, quítate de encima y déjalo descansar, respeta su vientre partido y sus vísceras desparramadas... porque lo que parece ser un paquete olvidado, un rastro de desperdicio, en el fondo... es solo otro compañerito que ya no lamerá culos ni tampoco olerá sexos...
Hociquito partido bañado en sangre, aun sigue siendo estúpida tu sonrisa, quédate aquí a la orilla del camino y avísanos cuando el vuelve, el del trote... entonces si hemos jugado bien, podremos volver a sentir el placer de reírnos en su cara, esta vez... juntos._


FIN

Por Tom R. Vera Correa.