Cuerpo fogoso y adiestrado;
¡Nalgas firmes al servicio efímero del
falo masculino quién intenta sin poder,
recorrer con su firmeza tus senos…
apasionado!
Savia. Miel y esquizofrenia, precipita tu entre pierna
Al instinto mismo de mis dedos desquiciados. ] ]
¡Oh! Vaina húmeda, cauta y puritana.
¡Despierta ante mí, tal febril y cortesana!
¡Dejadme pues unir mis labios a tus labios y empaparme
de tu suave nectar, miel-hiel de tu sexo, ¡oh, bella dama!
Texto agregado el 18-11-2004, y leído por 169
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