Al levantarse: ¡Te alabo padre! por este nuevo día. Soy pecador y me has dado una nueva oportunidad para enderezar el camino. Bendito seas. Gracias señor. Pero tú sabes señor que no puedo hacerlo solo. ¡Asísteme oh padre eterno! ¡Vigílame oh Dios todopoderoso! Para morir mas cerca de ti. Amén.
Texto agregado el 18-11-2004, y leído por 120 visitantes. (3 votos)