Sin ti no puedo y contigo lo soy todo. No se si esto es bendición, que si así fuera, ello me permitiría desearte sin límites, tenerte entre mis manos y acariciar esa suavidad que te dignifica y te agranda ante mis ojos alucinados. Amante mía que acechas mis tormentos y tribulaciones y al punto eres mía, sólo mía, mezquinada en el placer, luego te alejas y te quedas al mismo tiempo dentro de mí y te sueño entre orgasmos deleitosos, desgarro tus encajes, te deseo, te deseo, sin ti no puedo, no puedo. Cuando abro mis ojos te sueño y cuando los cierro, me sumerjo en las abisales profundidades de un mar envenenado. Entonces mis labios se contraen temerosos de invocarte y ansiosos por besarte, vida mía, vida mía, maldición y pecado, amante mía, amor mío, no me abandones, no me abandones.
El consumo de cocaína podría convertirse a mediano plazo en un arma de destrucción masiva por cuanto aniquila la voluntad de los individuos, provoca dependencia y dejar de consumirla, transforma a esos seres en guiñapos inservibles para el desarrollo de una sociedad…
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