Has intentado por todos los medios imaginarios que esa historia nunca termine y asumiste tan bien eso de imaginaria que ninguna historia real puede llegarte tan dentro. Tú, todo el dia jugando y al final no sabes distinguir que tiene de real que alguien se cruce, entonces te pones a temblar y crees que no podrás salvarlo. La crisis de inseguridad toco fondo en ti cuando llamaste a tu jefe sintiendote novia, una novia de esas que en pleno altar descubre que no está segura cuando las paredes comienzan a teñirse de rojo. La resaca matinal hace que sientas que la ropa arrugada ha comenzado a tomar vida propia en ese cuartito que pintaste de naranja y que hoy muere de pena al ver los dibujos de tus niños, sin embargo tu sigues sonriendo al ver todos los colores que pueden llegar a utilizar para transmitir sus miserias.
Hoy al despertar arrugaste el ceño por ponerte a sumar los errores, una extraña suma en la que uno mas uno es un montón de cosas hechas sin pensar, estás segura de que hoy te tomarán de nuevo por la coordinadora 24 horas y al abrir los ojos recuerdas la obra esa de 24 horas siete dias a la semana, bien sabes que por eso cerraste el teléfono, solo por unas horas que te pertenecian de tu propia vida, de tu propio tiempo.
Abres la nevera y una naranja corona las pocas cervezas que dejaste, decides no comerla por ese dulzón y apetitoso olor que desprende, es el justo castigo por las lágrimas descubiertas y el susto provocado. Aún asi, bien entrada la mañana te arroparon y no fuiste capaz de decir que no vuelva. Poco a poco decides como será tu vida mientras haces cientos de patitos de plastilina, sumas tus crisis y descubres que no era tan grave. En ese momento decides que esta noche volverás a poner constantemente Paloma y dejarás de pensar en como podría haber sido para pensar en como será.