A Mercurio, ingenio innato, moldeado a cinceladas de creatividad en diamante de reflejos multicolores q aun escondido, destella
Sabes que quería hacer yo? Yo quería darte un tórax de caldo de pollo anoche cuando estábamos hablando, es que la verdad si te cuento, me pareció como triste el poema, eso de que no pudieras escribir y quise hacerte pensar a ver si se te ocurría algo ingenioso para que escribieras acerca de eso. Pero ni a mi se me ocurría algo así y nos pusimos a hablar pendejeras y me dijiste "el ingenio es como un paraguas..." y me causaste una risita cómica porque en la tarde acá había llovido durísimo y yo había pensado eso con lo que te completé la frase, eso de que "cuando lo tienes no te hace falta, y cuando lo necesitas nunca lo tienes"; claro, yo me refería al paraguas. De cualquier manera me fallaron los dos ayer, el paraguas y el ingenio; yo sé que en dos años has tenido que tener mas de 55 inspiraciones diferentes, o iguales for that matter, pero no importa porque el caso es que yo quería que se me ocurriera algo, pero a mi tampoco se me venia a la mente algo nuevo. Te escribo pa’ contarte que fallé porque como a las 2 y pico de la noche ayer, después de que te fuiste, yo tenia una idea genial de algo que decirte y escribirte a ti, pero me dio flojera levantarme de la cama a anotarlo y entonces ya no me sale el caldo de pollo para tu corazón resfriado, nada mas esta agüita tibia de grifo de Venezuela. Eso solo lo logras vos con tu dinosaurio y con tu infierno, con tu viejita y tu demencia. Te regalo el paraguas para que atrapes todo el ingenio que algún día te lloverá, porque vos mandás nicaragüense, aquí tienes tu final. |