Ver hacia arriba un cielo imaginado,
nunca soñado nunca creado mas
que en la desesperación.
Estrellas nada estáticas
que intentan simbolizar
en constelación un estado de tristeza.
Poco a poco se va nublando el cielo
tornándose de un color rojizo.
Y este rojo casi derramándose.
Van cayendo gigantescas gotas rojas,
sangre, sangre debe ser.
La herida de la indiferencia es muy grande,
y duele, demasiado y mata,
y muerta al fin y sin pensamiento,
sin recuerdo alguno.
Ahora ya descansando en el lecho
del cielo imaginario sin saber nada,
sin recordar nada y tal vez... sin ser nada
Texto agregado el 17-11-2004, y leído por 132
visitantes. (4 votos)