Escribir me alimenta, me relaja.....dejo de pensar en el pensamiento que estoy pensando y así, de repente, soy capaz de llevar a cabo mis ideas, escribo que hoy es miércoles y no jueves, que siento calor, que recién me sentí petrificado por unos ojos pardos, que tengo emoción por saber que al menos me tengo a mi mismo para escucharme, así, de esta forma sé que existo, cuando me reflejo en algo, en un libro, un escrito, una mirada, un abrazo, mas no en una palabra, siento que las palabras que me rodean las acoraza la vileza, todo aquello en que no logro encontar una representación real, válida, digna.......por lo mismo sólo me llega su desconfianza, su desnudez pudorosa, un lugar baldío donde únicamente la mala hierva se regocija. |