| Mujer que llora. 
 Se ve tan sola, como un cisne herido
 En el imperio lobuno de la idea,
 Es una rosa boreal en las tinieblas.
 Se ve tan fijo y perdido
 Ese ojo suyo que tanto ha llorado
 Arropándose con fiebre entre los párpados
 Como un niño, que asustado y sudando
 Se ha ocultado bajo las sabanas.
 
 Mujer que ríe.
 
 No está en el sitio, no es ella
 Esa entidad que sonríe , como un marfil poseso de alegría,
 Su sexo es el aroma de la intriga
 Cuando una mirada muerde, besa y se refriega
 Contra el pudor del hombre seducido
 Que observa más de lo que piensa,
 Y una carcajada allanadora se sienta sobre la idea.
 
 Mujer que grita.
 
 Escogerá el momento de girar su hoz
 Y preverá el esquivo de tu idea sobreviviente,
 Su ataque ha sido veloz
 Mientras tu inteligencia lucha por responderle ,
 Mas ya es tarde, su hoja falló, pero el aceite
 Que derramó en silencio mientras te desguarnecías
 Ha sido el instrumento para tu desnuque atroz.
 
 Mujer que calla.
 
 La espalda del sol, pobre tiniebla
 Cargada de luz sin que la admiren,
 Siempre que la vea y que me mire
 Con esa certidumbre milenaria de la Meca
 A quién todos saben siempre se dirige:
 Lleva un paso misterioso, y desconfiado
 Vuelve el ojo, y revisa, y rescudriña
 Toda esa idea velada a los hombres,
 Ela piensa que se protege, es una amenaza!
 Todo hombre ama a las mujeres frágiles
 Y si no lo eran, lo son, enamoradas.
 
 
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