Dista a un impulso mío
Sin embargo, qué lejos
Pruebo su último sabor
intercambiando muy probablemente
el Chao amoroso final
Prohibiéndonos todo hola nostálgico
Ya no habrá hogar que me espere
ni dulce afán familiar
La calle se tenderá sobre mis ojos
como una prostituta sin tarifa.

Los rincones, sus naturales hábitos
Descamarán el recuerdo
El gesto y las riñas que pronto se olvidan
desfilarán en su olvido
como barcas de papel
en un riachuelo de hombrillo
La individualidad se apoderará de ella
y no quisiera espectar ese nacimiento
Lo merece más que yo
Y no quisiera… no quisiera…

¿Por qué no pude serle?
¿Por qué no pudo serme?
No hay peor soledad que la que evoca
La trituradora de pequeños eventos
Tarde ha llegado a mí esta nostalgia
Ella aceptó su destino
y yo aquí estoy viéndola dormir
y ella no lo sabe
¡Con cuanto ardor la tocaría!
Armaría con lágrimas un beso
para dejarle en los labios la triste ruptura
de un póstumo deseo de amante.

Si una lágrima de éstas
fuera a despertarla al cuarto
enviaría la más amarga de todas
con la orden de prenderse en su mejilla
y así parezca que los dos sufrimos
Esta Noche
al mismo tiempo.