Mientras nuestros rostros deambulan por la noche,
la luna oscura acaricia nuestros cabellos,
y por la mañana el sol nos petrifica.

Somos animales nocturnos deseosos de amar,
que de día pensamos en el aire
los momentos de la vida,
y por la noche los volvemos a vivir.

La oscuridad es testigo de nuestras mentes alegres,
entristecen a su paso los rostros estúpidos
de gente tonta e irreal.

Somos seres ocultos detrás del oscuro atardecer del sol,
amantes del aire, el agua y el vino,
las plantas, el pasto y el sol .

Somos gente deambulante por este mundo,
con los ojos puestos en la música
y los oídos en nuestra voz.


“ A mis amigos: los que no aprendieron que hay que salir de la burbuja”