Respiré profundo mientras pensaba en lo que venía. Había esperado tanto este viernes, lo había ansiado de tal manera que los nervios se apoderaron de mi cabeza y la envolvieron hasta alcanzar un estado vomitivo. Luego de tan penosa situación y de haberme lavado bien la boca, procedí a llamarla, si la llame, levante el auricular y espere el sonido melódico de la línea telefónica, lleve mis dedos sudorosos hacia las teclas de marcar y despacio, muy despacio oprimí uno a uno los siete números del teléfono de la mujer que me ayudaría a volver realidad mi sueño; mi sueño de la primera vez. Contestó, temblé... Hola..., dije amedrentado, su voz era tan apacible que calmo por un instante mis precipitados nervios, - ¿listo?, ¿estás listo? - Me preguntó,- no lo sé- respondí, - creo que sí, bueno ya tengo todo cuadrado, el sitio, el pago, todo, solo faltas tú en 10 minutos te recojo.- Colgó el teléfono y supuse que se dirigió hacia mi casa, mis manos sudaban y temblaban tanto que era imposible contenerlas. Como si hubiese pasado dos segundos ella arribo a mi casa, toco el timbre, mi madre abrió la puerta, George!! Grito mi madre, TE NECESITAN EN LA PUERTA!! Bajé despacio, la vi, mis ojos se blanquearon y mis piernas se enflaquecieron de tal forma que por poco termino rodando por las escaleras. Baje casi sin fuerzas, la saludé, me tomo de la mano y ya sabiendo el pánico que se apoderaba de mí, me condujo rápidamente hacia su auto como quitando las opciones de abandonar la idea. Entró al auto y me miro cariñosamente se acercó a mi oído, -si no quieres hacerlo está bien, otro día será-, dijo mientras mordía suavemente mi oreja... con la cabeza hice un gesto indicándole que encendiera y diera marcha al auto. Una sonrisa maliciosa se dibujó durante todo el camino en su rostro y por momentos me miraba y me trataba de tranquilizar, también había sentido miedo la primera vez pero que después de hacerlo se sentía ir al cielo y volver, toco mi mano y paso a mi pecho donde sintió que mi corazón se agitaba como batería en conjunto de rock, -¿como es el sitio?-, pregunte inocentemente, -es lindo, tranquilo, para gente como nosotros-, me respondió dándome cada vez más ánimos, a lo lejos aviste un pequeño edificio con avisos de neón, es allí dijo intentando dar una vuelta a la izquierda, sudé, sudé tanto y tan frío... mis manos se paralizaron y mi voz se perdió en lo profundo de mi garganta, paró, apago el coche, llegamos, dijo en forma amenazante, se bajó, rodeo el auto y llego a mi puerta donde me hizo una señal para que bajara, me negué, abrió la puerta me tomo de la mano y me jaló hacia fuera., me abrazo, miré hacia arriba, un aviso neón me daba la bienvenida a “EL REFUGIO” más abajo en un papel cartulina estaba el temible aviso: “HOY VIERNES CUENTEROS” |