Siento frío.
Un frío que produce esta ignorancia que no me deja comprender lo que vuestras mentes llenas de cultura y conocimientos gramaticales plasman sobre el teclado, y que intentan dar calor a esos bellos ratos en los que intento aprender de vosotros.
Siento frío al leer los cuentos, narraciones, poesías y no poder deciros ni aconsejaros nada.
Pero debéis saber que a veces, muchas veces, llenáis de sentimientos a este viejo inculto, habido del calor que producen vuestras letras y vuestra compañía.
Un saludo a todos y todas, de uno que empieza a no tener tanto frío.

Démian Rastand