de FRANZ WERFEL, un párrafo de su novela ESTAFA DE CIELO

..."Si un trabajo artístico de cualquier índole comienza a estancarse, sin miras ya de progresar, ello se debe siempre a causa bien valedera. En tales casos, cierto es, el autor se persuade casi siempre que le está fallando la necesaria y adecuada disposición de ánimo o, si no, que esta materia que ha elegido se encabrita, ofreciéndole obstinada resistencia. En lo que a mí respecta, la experiencia me ha enseñado que ni la disposición de ánimo, ni de la materia, dependen jamás de estas cosas. Si lo que falla es la vena, la disposición, es desde luego porque hay algo que anda mal. Y lo que se encabrita no es la materia, sino la verdad, lesionada sin duda en algún punto. Un solo hilo falso introducido en la trama, y peligra todo el tejido. En ninguna otra de las actividades humanas, el logro de la forma se ve tan estrechamente ligado a la lógica y a la ética como en el terreno de la creación artística, ese así llamado "mundo de las bellas apariencias". Me decía una vez un viejo poeta, cuya experiencia en el mundo era mucha, que "Dios tiene derecho a ser ilógico, esto es, de carecer de ilación consecuente, de cognoscible consecuencia; más no así el escritor". Tenía razón. Sólo cuando concuerdan en el relato todos los grados de la verdad, ordenadamente y comenzando por las más inferiores manifestaciones de la verosimilitud hasta llegar a las conformidades últimas, más extremas, en un movimiento que abarca los matices más delicados de la justeza y honestidad, sólo y únicamente en tales circunstancias experimenta el autor el raro milagro de que, a manera de parábola, confluyan espontáneamente las fuentes de la vida inventada, formando sus aguas épico nivel sobre el cual él puede flotar, feliz nadador, por estas aguas elevado y sostenido. Parece que disminuyera su peso específico, y la elemental fruición del crear le invade a torrentes. En semejantes casos de excepción, el autor es de manera simultánea actor y espectador, y todo el afán del escribir se reduce a rápida, jadeante lectura de aquello que ya aparece definitivamente trazado en sus adentros y en su derredor."

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Estafa de Cielo, una novela imperdible.