Lluvia.
Camino por indecisas aguas que marcan
Mis pasos sobre oscuros destinos, sobre
Sendas vacías y muertas, con gotas que
Rozan mi cara, con lagrimas que se
Creen gotas.
Mis pies vacilantes encubren el miedo,
Con pasos rápidos, con ira y dolor.
Tu recuerdo viene a mi, como una
Imagen sin colores, como la sensación
Fría del viento que toca mi húmeda cara,
Pero que no logro ver, como tus ojos negros
E inquietos. Camino pero mis pies no
Me acompañan, se pierden en la herida
Permanente de las calles, en la dirección
Transversal que marca su sentido.
¡Escucha por favor!, mi sangre habla. Mi cuerpo
desea acostumbrarse al tuyo, mi corazón retumba
como una piedra que choca contra las paredes mi pecho.
¡Por favor!, existe hoy, en la oscuridad de
mi desdicha, en la necesidad de verte, de tenerte.
Intenta ser hoy la lluvia que me cubre, intenta hoy
Tocarme con tus cabellos de infinito negro, con tus manos
De incesante búsqueda, de incontables temblores
Sobre mi piel.
Trata de ser hoy la lluvia, el agua que acompaña a
mis pasos. Intenta reemplazar a la presencia
permanente del vacío, de mi pena. Con tu boca
magulla esta vieja piel resquebrajada, con tus dedos
cubre mis grietas y con tu lengua limpia
mi alma de las escamas que la cubren en la
inhóspita bóveda de mi cuerpo. Trata de ser
el agua que cae sobre mi rostro, trata de ser la gota
que intenta parecerse a mis lagrimas.
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