La niña está despierta,
Pelo mojado y ojos pintados.
Su ropa ajustada...
Especial para la ocasión.
Elige el pinta labios carmesí,
Modela su figura frente al espejo,
Piensa en su próximo encuentro,
Y una sonrisa de valentía asoma en su boca.
Cambia sus muñecas de trapo
Por los zapatos taco de aguja.
Toma su bolso donde esconde secretos
Y sale cuidadosamente de su casa.
Parada esperando un no sé qué,
Se haya esta pequeña.
Mira el reloj, la luna y sus zapatos,
Pronto la pasarán a buscar.
Aquí viene,
Lo examina de pies a cabeza,
No es lo que esperaba,
Pero en este juego ya no importa nada.
Un esquivo saludo,
Apenas sabe el nombre
Y su clase social,
El juego empezó.
Muchas veces trata de volar,
De abandonar este sucio lugar,
Mientras que su cuerpo se queda
En las manos de este desconocido.
Pequeña mujer,
Obligada por la vida,
A sentir cosas innecesarias a su edad,
Cosas que la hacen llorar.
No recuerda hace cuanto lo hace,
Ni el porqué,
Solo sabe que es una obligación,
Su modo de supervivencia.
Al volver a su casa,
Se pone el pijama,
Toma a su oso de felpa...
Y vuelve a ser una infante soñadora.
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