Veinte días caminando hacia un mismo destino. Veinte días conociendo amaneceres y tempestades. Veinte días ascendiendo el sentimiento que nos une. Y hoy el destino nos muestra un desvío que sólo uno debe seguir A dónde iremos? Sobreviviremos? Luchemos pues conta los remolidos que la distancia nos envía Y estoy segura que no exactamente en veinte días ni en veinte años volveremos a andar por la misma senda con nuevos pensamientos con nuevas metas pero siempre con un mismo sentimiento...
Texto agregado el 14-11-2004, y leído por 127 visitantes. (2 votos)