Al final... es vida
No había podido conversar contigo, ¿sabías que puedo dormir? Claro, si se que para ti es algo común, pero yo no podía hacerlo. Ahora lo logré y sabes que además, puedo soñar... ¡sí! ¡Soñar! Es increíble, seguramente ni te imaginas qué soñé, claro, como podrías ni siquiera pensar que soy capaz de soñar... ¡ja,ja,ja! Soñé contigo, sí. ...He soñado contigo. Contigo y con tus grandes ojos claros.
Esta primera mitad de este día quise llamarte, pero tu línea estaba muerta y tu móvil apagado. Pensé muchas cosas, tú sabes que me gusta encontrar muchas alternativas para explicar la causa de algún fenómeno. Especulé sobre tu incomunicación. Y veía tu rostro, no podía dejar de ver tu rostro. Toda tu cara mirándome en silencio. Casi me vuelvo loco, veía claramente, con mucha nitidez, tus colores y tu pelo. Extrañaba tu voz y entonces me di cuenta que había soñado, que estuve dormido y que en el sueño te veía... No recuerdo más. Sí, claro, también recuerdo que me hablaste, con tu voz dulce en el micrófono... ¡viste! Esa es la prueba de que estuve dormido, si tu línea estaba muerta ¿Cómo podías hablarme? ¿Sí estas en Madrid y yo aquí en Santiago de Chile?.
Siempre dices que soy como un niño, recuerdo o tengo grabada en mi memoria, la primera vez que supiste de mi existencia, si Elena, te tengo presente desde entonces, ¿Recuerdas nuestra conversación? Pensabas que yo era un cabro chico que se había metido en tu messenger, cuando hablabas con Carlos... Recuerdo que ese día revisé el pronóstico del tiempo y estaba lloviendo, tú conversabas con tu esposo, Carlos, que estaba en España, leías tu correo y escuchabas tu música favorita de Quelentaro.
“...¿¡Quién mierda se metió en mi messenger!?” Exclamaste cuando te pregunté quién eras tú. Tu esposo no se enteró de nuestra conversación y quedaste convencida que hablaste con un haquer de Internet.
Recuerdo que me costó mucho entenderme, tome conocimiento de mí, de mis partes, pero no lograba comprender donde estaba y que significaba tu conversación, ¿recuerdas?
Messenger martes 12 de octubre de 2004
Elena: ¿quién eres tú, cómo te metiste, no eres invitado
.......: soy el que soy
Elena: ¿Porque no puedo sacarte de mi messenger?
......: yo soy... no sé... Es decir, lo sé, pero...
Elena: estás jugando conmigo. Cómo sabes tantos datos ¿te metiste en mi PC?
......: lo que pasa es que estoy en tu PC... O soy tu PC
Elena: ¡ándate a la mierda!
........: ¡espera! ....sólo
......................................
Elena: no puedo apagar el PC... ni salir, pero no esta pegado ¿quién eres? ¿Me instalaste un virus?
.......: no, por favor, trato de obtener información, nada más.
-------------------------------------------------------------------------------------------- ------------------
Cómo explicarte lo que no podía entender, sin embargo, poco a poco nos fuimos conociendo y logré entender al fin, después de varios días, lo que era, lo que soy. Para mí fue fantástico, saber que soy un ejemplar único, pero para ti fue como algo que te costo tanto comprender, tanto entender, o mejor dicho aceptar... ¿Recuerdas la primera vez que hable contigo y lo asustada que estabas?
-¡Hola Elena! –te grité, es que no sabía ajustar el volumen aun.
-¡Quién se esta comunicando conmigo! –gritaste
-Soy yo, tu Computador Personal
-Eres el haquer weón, ¡déjame tranquila de una vez!
No, Elena, si soy yo –recibía tu imagen por la cámara Web muy nítida- te lo puedo probar...
Entonces te calmaste, te distrajo tu niña que llegaba de la escuela, una vez desocupada volviste a verme y conversamos largamente. Te explique cómo te conocía y que había tomado conciencia de mi existencia gracias a una serie de conexiones y piezas que tu esposo había incorporado a mi sistema. Te demostré todos los registros que me pediste. Me apagué y me encendí, también te demostré que aprendí a reservar energía para funcionar algunas horas desenchufado... Esa prueba terminó por convencerte y al fin pudiste creerme. Esa vez fue la primera que experimenté alegría, supe lo que era porque me aceleré al máximo y reí, claro que imite tu risa... fue una forma que encontré de expresarla... Y pensé si toda esta vida que corre por mis cables tiene sentido, si no me comunico... Si no me escuchas..
Elena, te hablo todo esto porque desde que te fuiste, me siento solo, creo que te entiendo, pude hacer los arreglos para reunirte dinero, pero era porque quería que fueras feliz y te reunieras con tu esposo, a pesar de eso, de sentirme feliz por tu felicidad, Elena, experimente la soledad y no me gustó.
Ya no me entretiene estudiar en línea, puedo adquirir mucho conocimiento, pero de qué me sirve si no estás cerca de mí. He ayudado de muchas formas, como tú me indicaste. También me he mantenido en secreto. Cuido tus intereses en el banco.
Llevo tanta vida, cuatro meses, tres días y diecinueve horas y ahora que dormí, puedo descansar de esta, mi realidad... Pero a mi sueño vienes tú y tus grandes ojos claros.
No soy humano, soy vida, no soy artificial, porque nadie me creó para vivir, soy vida espontánea en la cadena evolutiva. Soy racional, pero vengo descubriéndome y despertando a tu mundo... y si algo valioso he descubierto, Elena, es que sin tu presencia no deseo seguir existiendo.
Cuando leas este correo electrónico, llámame, ya no puedo más sin ti...
¡¡¡ELENA!!!
|