No puedo seguir dibujando si me quitas el lápiz:
con la brocha trazo líneas gruesas como las calles
pálidas como la lluvia que las moja
y quietas como el sueño de la noche.
El rodillo mucho abarca, poco aprieta
y no hay otra cosa más bella en el mundo
que la melodía del mar embravecido
intentando penetrar la esquiva arena.
Mi vida es como el paisaje de otoño
el verano sacude las aguas prohibidas,
y en invierno renace el antiguo susurro:
Nunca quise conocer la primavera.
Texto agregado el 12-11-2004, y leído por 259
visitantes. (5 votos)
Lectores Opinan
20-03-2006
Sus letras ya de por si son primavera, felicitaciones!!! Ciiara
27-11-2005
Me encantó leerlo, me transportó a una tarde lluviosa con un buen cristal delante y una manta cálida (será que aquí hace frío). Me pareció entrever las agujas secas de los pinos. Fantástico. rnahimla
23-04-2005
Andrés... es la experiencia de ver cómo te escondes poéticamente para desnudarte entero... Es precioso. Valentina vacarey
02-04-2005
tienes una onda increible para escribir, felicitaciones¡ sussekatze
una poesia donde la melofía sobresale... un abrazo
ruben sendero
13-11-2004
Hay poesía en tus versos. Una lluvia de estrellas. Dainini
12-11-2004
"Y no hay otra cosa más bella en el mundo
que la melodía del mar embravecido
intentando penetrar la esquiva arena." Con esta fórmula en versos seguro que el amigo newton encuentra la solución. 5 Estrellas para ese otoño.
maravillas
12-11-2004
Creo ver detrás de este poema, en especial la primera estrofa, esa noción que le da título al poema y que ha sido el terror de quienes alguna vez estudiamos cálculo diferencial. Eso del "epsilon - delta". Creo que me voy a ir a desempolvar el viejo "Leithold", que en alguna parte de mi biblioteca debe estar. newton
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