Estoy cerca..., de una verdad que no busco...
Puede tener que ver con el grado de ansiedad y parcial alejamiento de mi alma, un pequeño dolor implantado en el pecho que puede ser tan sólo una señal de que "algo no va bien"... Tal vez estoy estancada en el "dejarse llevar" recién aprendido, y ahora navego sin rumbo, hacia ninguna parte...
Y además me duele..., pero me duele porque no soy capaz de sentirme orgullosa por seguir buscando esa verdad, en vez de culparme a mí misma por no caminar... Tal vez me juzgue demasiado severamente... Tal vez yo sea mi peor y más duro tribunal...
Por esos terrenos de la conciencia me paseo...
Es como si disfrutara conociendo los mil caminos diferentes que mi alma podría recorrer y lo importante fuese disfrutar recorriéndolos... Ese es el premio, aunque aún no sepa disfrutarlo...
No hay premio al terminar, sino que el premio es el poder sentir cada segundo de los que vives intensamente..., tanto como para que tu alma se seinta orgullosa porque, al menos, lo intentó todo para seguir sintiendo cada segundo de esa vida...
Aunque ya sólo falte que el amor venga enlatado, porque ya viene con fecha de caducidad, casi...
Ese sarcasmo que me hace sonreir es el mismo que extrangula mi alma, a veces, privándola de una acompasada respiración en la que mis pulmones se encharquen no tan sólo de nostalgias, también de aire absolutamente puro y fresco...
Tal vez esta alarma que saltó en mi alma aún sin conocer motivos, sea el verdadero timón al que deseo que se aferre mi vida, embaucada en la deriva de tanta despedida...
Al menos encontré ese existir de quien refrescó mi alma que ardía de ausencia.
Mi reflejo se esconde en su tímida mirada... Mi ilusión permanece a la espera de esa señal que ilumine mi verdad... Para seguir su huella y no perderla jamás...

(04/11/04)