Siempre he estado tranquilo, hasta en las situaciones más tensas incluso en los momentos límite. Mi tranquilidad, saber estar, y siempre pensar lo que digo y no decir lo que pienso es lo que me ha hecho lo que soy y llegar donde estoy, todos los que me rodean son como libros abiertos para mi, siempre he sabido decir lo que los demás quieren oír y actuar como todos quieren que actúe, pero eso un día cambió un día en el que te conocí a ti, contigo todo era improvisación me quedaba sin palabras, incluso a veces no controlaba mis sentidos. Causabas esto en mi y no podía controlarlo, esto me llenaba de emoción y al mismo tiempo me daba miedo, por eso es que he tenido momentos de cobardía.
Mi pasión se desata con tus palabras que rebotan como un eco, infinito en mi mente, todo mi cuerpo se eriza y empieza un fluir de mi sangre empujada por los fuertes latidos en mi pecho. Los impulsos eléctricos nacen en mi nuca y llegan a la parte baja de mi abdomen, todo esto llega a un punto inigualable cuando escucho tu respiración y siento tu sentir. Tu presencia en mi cerebro me hacen tener sensaciones límite, e imagino situaciones que incluso me da vergüenza contar, es como si desataras, todos los tabúes e inhibiciones que todos en mayor o menor medida tenemos como límite, un límite que no me importa cruzar, y que me puede hacer llegar a la más alta cima del placer y la satisfacción.
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