Hoy, es un día triste, un día gris. Yo me siento como el tiempo, triste y gris. La verdad no tengo un motivo, mi vida es feliz, bueno todo lo feliz que se puede ser con los tiempos que corren.
Hoy, lo único que me apetece es desaparecer, me metería en la cama, me taparía hasta la cabeza y ahí me quedaría, hasta que pasara el día.
Hoy me echaría a llorar, sólo por llorar. lloraría lo que el cielo no llora.
Luz, sombra, oscuridad, así estoy hoy. Todo lo que veo es gris, no veo colores definidos, sólo gris.
¿Por qué? Tengo todo para ser feliz, no tengo motivo, aunque quiza el motivo sea el tiempo, la luna, que nos influye.
¡Malditas energías malignas! Corren a sus anchas por el aire, sin ser vistas, se meten dentro del alma humana y nos unden hasta no ser más que polvo en las suelas de sus zapatos. Zapatos enormes que nos aplastan sin que el dolor físico se presente, sólo el dolor psíquico es el que moleta y duele más y más y más... se hace tan insoportable ese dolor. Y miras el reloj y ves que el tiempo se ha detenido, que los minutos no pasan y cada vez te ves más pequeño, más insignificante.
Lo único que te da fuerza es saber que cuando pase el día amanecerá otra vez, y con un poco de suerte verás luz donde sólo había hoy oscuridad. |