Miradas de alucinamientos sin fin,
Como dolores infinitos y mentiras casi puestas,
Marcos cotidianos, los labios en el borde de la taza del café

Señoras y señores tomando el elevador,
Abriendo las puertas y acariciando llaves,
Encontrando horrores sobre el escritorio y migrañas en el velador

Como si fuese poco el sol tardaba el crepúsculo
Y empujaba las horas hacia atrás como burlando al descanso
Así la locura se atornillaba en las paredes y los cuadros daban espacio
Para colgar arranques de pánico y someter a audiencias las respuestas
Vagas de la vida sobre una boleta de almacén

Noctambulo por un vaso de agua y grietas en un rincón,
Aullidos y voces en la mitad de un sueño,
Relojes olvidados y alarmas insonoras despiertan párpados caídos

Preocupación hoy por el día de mañana y mañana recordando
Que olvide preocuparme del hoy
Horror y lamento parte del pasado, mas opción del ahora
Dejando a un lado aparte el papel del peso de decidir

Gritando un recuerdo salvo la ropa y una que otra
Cosa material no por vergüenza ni menos orgullo
Si no para vender en una esquina la tristeza y sacarle provecho
A mi propia decepción

Así pintare aldeas y emprenderé rumbos nuevos,
Sembrare un par de ideas y conquistare burdas naciones
Quizá si se me da la gana hasta puede que plante un tamal

Tierra a la nada y nada de allí que no sea yo buscando tu aroma
Incluso después de tus pies que huyen raudos por una nueva misión
Un descanso desde un viejo confín;
presidio eterno del eco de mi rendición