El aire vuela y tú también.
Ya pronto, en unas cuantas semanas más, viajas a la ciudad que te vio nacer. LLeverás balija, recuerdos, sonrisas, tu pelo largo y la fatídica e inmortal esperanza de encontrar un rostro renovado.
Sales de tu casa. Caminas y subes al avión. Esos últimos pasos, te decifran. Y vas pensando que extrana es la vida. Y vas diciéndodete, una y otra vez, será ella la misma?. Y te das cuenta que la vida gira y tiene sus incandescendetes vueltas, de subidas y de bajadas, con picadas, y hondonadas.
Y vuelves a pensar. Cómo surgió el encuentro?.
Pues la nada, que a veces lo es todo.
El destino caprichoso y serenamente silencioso,
Las flores que alguna vez sembraste.
El arbol de madera recia que ya está mas fuerte.
Mi tierra, siempre fertil.
La arcilla de tu piel, lozana, suave, pulida, terza, blanca, muy bien pulida, ahora que el tiempo fue nuestro mejor aliado.
Mis ramas, alas en vuelo.
Tu mirar, eterno mar embravecido.
Mi sonrisa, calida nostalgia de primavera.
Nuestro abrazo, flecha que entrelaza.
Las mil sonrisas que regamos juntos.
La inmortalidad de vida convertida en canción.
Tus palabras, siempre sensatamente tiernas.
Tu ser, imposible de olvidar.
Llegas a la ciudad. Inchas el pulmon para respirar ese aire que sabes que no oxigena. Sonríe a la derecha, y ahí está tu padre, fiel hombre de noble corazón.
LLegas a tu casa, ves a tu madre y le das un abrazo de amor.
Entras, hueles la atmosfera familiar de lo conocido.
Y un recuerdo puebla tu memoria. Y una sonrisa mia, te inspira llamarme.
Y un "Nos vemos"?, determina la no distancia.
Y un "Hola", nuevamente, reinicia una historia.
Con diferentes capitulos, escenas, acciones.
Todas engarzadas en musica y canción, porque ya sabemos cantar libremente y entonar, sin ficcion, la nota que deseamos alcanzar.