Habitando un askeroso espacio,
respirando únikamente hipokresía,
sonidos kontaminados de blasfemias
y de agresiones sin razón
pasan sin vergüenza los oídos,
y llegan a la mente ke a punto de rebalzar está,
kolmada se enkuentra de tanta
porkería aktitudinal y espiritual.
Ver diariamente los rostros kon máskaras burleskas,
ke a una hora akordada
hacen de las suyas sin importar kien las siente,
komo reacciona ese ser ofendido.
Gira 360° la kabeza, , una vez más y otra más,
está en un remolino polvoriento,
de sonrisas fingidas por los espektadores,
de índices akusadores a kausa de . . . NADA
Y eso es “Nada” lo ke hace uno para merecer todo,
pero un todo malicioso, envuelto en rechazo,
envidia y kreencias de superioridad,
del “yo poderoso” y del “tú siempre sumiso”
Ese es el destino de akel ke abrió los ojos,
ve pero sólo habla para sí y kon miedo a decir su sentir,
es ese pues el destino del “inocente sumiso”.
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