Su imaginacion volo, llegando a los lugares mas ocultos e interesantes de su mente.
La alta mujerona que era Alexandra le cayo ensima a besos y rodeandolo con sus brazos.
Casi se ahoga, pero aun tenia fuerzas para bracear en ese mar embravecido de mujer que se le vino encima, una ola con un fuerte olor a mariscos. Para salir a flote se agarro de senos, gluteos y demas partes. Un mar tan fuerte que le rasgaba la ropa y lo revolcaba como a un muñeco.
De pronto la tormenta le permitio llegar a un lugar donde colocar su ancla. Una cueva donde introducirse.
-Vamoh puh... metela-
Y asi lo hizo.
A la distancia el paradero se habia convertido en escenario de una lucha y un ir y venir de grandes olas que chocaban con un acantilado rocoso.
Levanto el mastil, echo el ancla, atraco y toco tierra...Se sintio como un conquistador.
Pero la lucha lo habia dejado cansado...
-¿tienes un cigarro?-le pregunto a la fiera...
-Claro!- le contesto, mientras se daba vuelta, y le mostraba un tremendo "puro" que se le asomaba debajo de la mini...
Fue como encayar con una inmensa roca y naufragar...
El mar es el mar y a este hombre lo mareo y lo hizo bomitar. Todo le daba vueltas.
-Ahora te toca a voh, me tenih que pagar... con plata o con carne.-
-¡¡¡¡Tay mah gueon, maricon conchetumadre!!!-Grito mientras apretaba cachetes pah arrancar...
Alexandra hiba a seguirlo pero en eso se habia detenido una micro, ella se subio, mientras miraba como arrancaba su cliente...
-¡¡¡Puta la huea..., justo ahora tenia que pasar la micro maricona!!!- pensaba mientras corria de regreso a la esquina donde estaba el perro de la carniceria- Estoy cagao y maldito...espero que no sea la ultima micro...

(pero no creaun que aqui termina, por que esta historia continuara)