Y corrìa y corrìa como tratando de escapar, el me perseguìa estaba en todas partes, interrogandome, robandome; la gente parecìa no entender y nadie se detenìa en realidad, nadie paraba de escapar, todos inconcientes de su perseguidor.
Mientras tanto yo sentado sobre mis muslos respiraba agitado en un rincòn, decidiendo, tramando, reflexiando frenètico porque sabìa que el estaba afuera, esperando algun espacio para toma el control, en un momento se se deslizò por entre la puerta y se acercò hasta mi y respirando en mi oìdo susurro algo que no quise oir y explotè, corte toda reflexiòn y me abalancè sobre el tapandole la boca y un poco los oìdos, luego lo gopeè con fuerza y le gritè simplemente le gritè en la cara todo lo que el no querìa oir le nombre en orden todo lo que me habìa robado, y manteniendo mi orgullo no pedì nada de regreso y sin mas voces en la cabeza lo matè, lo ahoguè con mis manos temblorosas, lo matè dos veces para asegurame.
Y aquì estoy desde ese entonces, acostumbrandome a su cadàver, sin salir, sin apartarme de su lado, sòlo una paloma me cuenta lo que ve y por lo que oigo todo sigue igual, todos van de aquì allà, todos mienten y como siempre nadie sabe que hay alguien ahì, esperando y nublando, por ahora yo lo se y estoy aqui matando a uno de ellos y lo harè por el resto de mi vida. |